Tocamos ya el final de esta larga campaña de
Primarias para elegir a nuestro futuro Secretario general del PSOE. Han sido
largos meses de profunda tristeza e incertidumbre para la militancia del
partido socialista y también para los simpatizantes y votantes que durante este
tiempo han mirado atónitos a los acontecimientos tan duros que se han vivido en
el seno de esta organización: la obligada dimisión de Pedro Sánchez como
Secretario General, quien fue elegido democráticamente por la militancia de
este partido y segundo, la decisión de la abstención del GPS ante la
investidura de Mariano Rajoy, sin contar con la opinión de los militantes del
PSOE.
Sin
embargo, estos meses también han servido para que miles de militantes hayan
recuperado la ilusión y las ganas de trabajar e involucrarse en un proyecto
político socialdemócrata renovado, que sea verdaderamente una alternativa de
gobierno para frenar las políticas neoliberales que llevan dominando desde hace
años la política de nuestro país y que
tanto daño han hecho a la clase trabajadora y particularmente a las personas
con más necesidad de un sistema social que les proteja. España se ha convertido
en estos años en el país con mayor desigualdad de los países de la Unión
Europea y por si fuera poco la tasa de pobreza infantil ya está situada por
encima del 30%.
España
necesita un PSOE fuerte, renovado y consolidado en su organización, en la que
prime la democracia interna y en el que la coherencia vuelva a ser la hoja de
ruta de esta organización para recuperar la credibilidad tan necesaria para un
proyecto político que aspire a volver a gobernar este país.
Apoyo y
defiendo la candidatura de Pedro Sánchez, por su coherencia en la forma de
proceder desde el primer momento, cumpliendo en una primera instancia con los
acuerdos de un Comité Federal que le era adverso, y con posterioridad con la
palabra dada en campaña y el mandato de los votantes socialistas.
Saint-Éxupery
decía que «la persona se descubre cuando se mide con un obstáculo». Pedro
Sánchez es un político libre con el precio que eso conlleva y ha sorteado múltiples obstáculos y ha sabido
transformar el dolor de los militantes cuando se regaló el Gobierno a la
derecha, y convertirlo en ilusión por un proyecto colectivo haciendo partícipes
a todos y todas.
En
política no sirve con decir que se es socialdemócrata, hay que demostrarlo,
hacer lo que decimos. Einstein dijo: «Se requieren nuevas formas de pensar para
resolver los problemas creados por las viejas formas de pensar», y en estos
tiempos difíciles para la socialdemocracia, el Partido Socialista es más
necesario que nunca, ya que es el que debe definir la izquierda en nuestro
país.
De Pedro Sánchez se han
dicho muchas falsedades y ha habido muchas intoxicaciones. Se ha dicho que ha
tenido los peores resultados electorales de la historia del PSOE. Simplemente
NO es cierto. El peor resultado en la reciente historia democrática se
sitúa en las elecciones europeas de 2014 con 3.596.324 votos y Valenciano
encabezando el cartel. Y si bien en las elecciones generales de 2015, con
Podemos y Ciudadanos como nuevos entrantes en la competición electoral, se
perdieron 6,7 puntos respecto a 2011, también en 2015 se dio una tendencia
similar a la baja en todas las CCAA. Finalmente, en las elecciones de 2016, el
PSOE pierde 122.000 votos, de ellos casi 90.000 en Andalucía, aunque
se subió del 22% al 22,67%, evitando el sorpasso de Podemos. Para
cualquier persona amante de los hechos, el declive socialista comenzó en 2011.
Pero lo importante es mirar hacia el futuro y no hacia el
pasado, y para acertar en este proceso los militantes del PSOE tenemos la
responsabilidad de votar al candidato que sea la mejor opción y el candidato
más preferido entre votantes y simpatizantes. Aquí no hay duda, los datos de
todas las encuestas recientes coinciden en que Pedro Sánchez es el candidato
preferido por los votantes y simpatizantes del PSOE en toda España, en una
proporción que incluso dobla o triplica a la de Susana Díaz (vid. gráfico
1)
Avalé y votaré a Pedro porque creo que es la mejor opción
para afrontar un siglo XXI difícil para la socialdemocracia europea y sólo será
posible desde los valores de la izquierda. Por ello pido a todos los militantes
que el domingo no miren al pasado, sino hacia el futuro.
Publicado el 20 de mayo de 2017 en el Norte de Castilla, Palencia.
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