Un año más conmemoramos
el 8 de marzo con el carácter reivindicativo que el Día Internacional de las
Mujeres entraña. Reivindicativo porque en el camino hacia la igualdad real
queda mucho que avanzar y también que recuperar. Sólo en el ámbito socioeconómico es
necesario resaltar la desigualdad que las mujeres sufrimos en la tasa de
desempleo. En nuestra provincia de Palencia el 55,23% del desempleo tiene cara
de mujer.
Un largo camino
que recorrer implica luchar contra los estereotipos machistas y todas las
manifestaciones de violencia de género, que desgraciadamente no dejan de crecer
de manera espectacular en los últimos de años. Como prueba sólo hay que
contrastar las 250 denuncias por violencia de género registradas en el año 2012
y las 330 en el año 2013 en la provincia de Palencia. No debemos olvidar el
dolor y el drama que cada una de las
víctimas que denuncian deben sufrir y que desgraciadamente en demasiados
casos concluyen en asesinato, recordemos a la última víctima asesinada en
Guardo, Carmen María Ocampos.
Son más de 140 mujeres las que cuentan con
atención policial activa y otras 60 con protección policial en Palencia.
También queda un
camino complicado de recorrer para fortalecer la representatividad y la
participación de las mujeres. Es preciso hacer más y mejor, empezando por
identificar claramente los problemas y llamarlos por su nombre: discriminación,
desigualdad, patriarcado. Un problema que va en aumento.
La solución a la
profunda desigualdad entre hombres y mujeres se llama feminismo. Han sido
muchos los intentos de eliminar la consistencia ideológica y la tradición política
e intelectual del feminismo así como su larguísima lucha social. Es hora de hablar
claro y de dar soluciones. El humo y la confusión no son, no deberían ser instrumentos
políticos.
Se ha avanzado,
no cabe duda, y se han alcanzado niveles de paridad inimaginables hace tan sólo
unas décadas, pero siempre se ha requerido un trabajo constante y no perder el
objetivo ni la meta de vista. En ese camino hemos tenido muchos éxitos: la Ley Integral
contra la Violencia de Género, la Ley de igualdad, la Ley de Salud Sexual y
Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la Ley de Matrimonio
entre personas del mismo sexo, la Ley de Dependencia, el Plan Concilia, el Plan
de Educación 0-3, la implantación de la coeducación y la educación para la
ciudadanía.
Son éxitos que
recordamos con orgullo, porque cada ley lograda es un paso hacia una sociedad más digna, más justa. Cada logro nos
empuja a seguir avanzando, a seguir reivindicando nuevas metas. La más
importante, la que acabe con el machismo, y en esa lucha debemos encontrarnos
toda la sociedad, todos los partidos políticos que debemos estar a la altura de
lograr un gran Pacto Institucional, Político y Social contra la violencia de
género, un Pacto de Estado que consiga erradicar la manifestación más extrema
de la desigualdad.
Debemos eliminar
las diferencias aun existentes y demasiado comunes de acceso a un empleo y
conseguir una economía de igualdad. Debemos acabar con las diferencias
salariales entre hombres y mujeres y con la distribución de papeles que
responsabiliza a la mujer casi en exclusiva de los cuidados de los hijos e
hijas y de los mayores.
Debemos avanzar
en nuestra sociedad en una democracia participativa y paritaria, porque es de
justicia que las mujeres, que somos el 50% de esta sociedad, tengamos una
representación equilibrada entre hombres y mujeres en todos los ámbitos, en
todas las instituciones.
Debemos avanzar
para acabar con la prostitución y la
trata de seres humanos con fines de explotación sexual que son otra manifestación
de la violencia de género y una de las
más crueles y esperemos últimas formas de esclavitud.
Debemos avanzar
en la coeducación, porque la formación y la educación desde las etapas más
tempranas son fundamentales para crear una perspectiva de género, para tener
una formación afectivo-sexual que ayude a prevenir problemas y resolver
conflictos de manera pacífica y no
sexista.
Debemos avanzar
en un modelo de sociedad en que hombres y mujeres puedan realizar sus proyectos
vitales, estudiar lo que quieren, llevar a cabo su proyecto profesional decidir
el tipo de familia que quieren tener; en
definitiva vivir en libertad, en igualdad
y sin discriminación, una sociedad inclusiva y una sociedad en la que la
mujer viva libre de violencia. ¡Una sociedad contra el machismo!
Mª Luz Martínez
Seijo
Diputada
socialista por Palencia en el Congreso de los Diputados
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