viernes, 11 de marzo de 2016

Sin tregua hacia la igualdad real


Un año más conmemoramos el 8 de marzo con el carácter reivindicativo que el Día Internacional de las Mujeres entraña. Reivindicativo porque en el camino hacia la igualdad real queda mucho que avanzar y también que recuperar. Sólo en el ámbito socioeconómico es necesario resaltar la desigualdad que las mujeres sufrimos en la tasa de desempleo. En nuestra provincia de Palencia el 55,23% del desempleo tiene cara de mujer.

Un largo camino que recorrer implica luchar contra los estereotipos machistas y todas las manifestaciones de violencia de género, que desgraciadamente no dejan de crecer de manera espectacular en los últimos de años. Como prueba sólo hay que contrastar las 250 denuncias por violencia de género registradas en el año 2012 y las 330 en el año 2013 en la provincia de Palencia. No debemos olvidar el dolor y el drama que cada una de las  víctimas que denuncian deben sufrir y que desgraciadamente en demasiados casos concluyen en asesinato, recordemos a la última víctima asesinada en Guardo, Carmen María Ocampos.

Son más de 140 mujeres las que cuentan con atención policial activa y otras 60 con protección policial en Palencia.

También queda un camino complicado de recorrer para fortalecer la representatividad y la participación de las mujeres. Es preciso hacer más y mejor, empezando por identificar claramente los problemas y llamarlos por su nombre: discriminación, desigualdad, patriarcado. Un problema que va en aumento.

La solución a la profunda desigualdad entre hombres y mujeres se llama feminismo. Han sido muchos los intentos de eliminar la consistencia ideológica y la tradición política e intelectual del feminismo así como su larguísima lucha social. Es hora de hablar claro y de dar soluciones. El humo y la confusión no son, no deberían ser instrumentos políticos.

Se ha avanzado, no cabe duda, y se han alcanzado niveles de paridad inimaginables hace tan sólo unas décadas, pero siempre se ha requerido un trabajo constante y no perder el objetivo ni la meta de vista. En ese camino hemos tenido muchos éxitos: la Ley Integral contra la Violencia de Género, la Ley de igualdad, la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la Ley de Matrimonio entre personas del mismo sexo, la Ley de Dependencia, el Plan Concilia, el Plan de Educación 0-3, la implantación de la coeducación y la educación para la ciudadanía.

Son éxitos que recordamos con orgullo, porque cada ley lograda es un paso hacia una  sociedad más digna, más justa. Cada logro nos empuja a seguir avanzando, a seguir reivindicando nuevas metas. La más importante, la que acabe con el machismo, y en esa lucha debemos encontrarnos toda la sociedad, todos los partidos políticos que debemos estar a la altura de lograr un gran Pacto Institucional, Político y Social contra la violencia de género, un Pacto de Estado que consiga erradicar la manifestación más extrema de la desigualdad.

Debemos eliminar las diferencias aun existentes y demasiado comunes de acceso a un empleo y conseguir una economía de igualdad. Debemos acabar con las diferencias salariales entre hombres y mujeres y con la distribución de papeles que responsabiliza a la mujer casi en exclusiva de los cuidados de los hijos e hijas y de los mayores.

Debemos avanzar en nuestra sociedad en una democracia participativa y paritaria, porque es de justicia que las mujeres, que somos el 50% de esta sociedad, tengamos una representación equilibrada entre hombres y mujeres en todos los ámbitos, en todas las instituciones.

Debemos avanzar para  acabar con la prostitución y la trata de seres humanos con fines de explotación sexual que son otra manifestación de la violencia de género y  una de las más crueles y esperemos últimas formas de esclavitud.

Debemos avanzar en la coeducación, porque la formación y la educación desde las etapas más tempranas son fundamentales para crear una perspectiva de género, para tener una formación afectivo-sexual que ayude a prevenir problemas y resolver conflictos  de manera pacífica y no sexista.

Debemos avanzar en un modelo de sociedad en que hombres y mujeres puedan realizar sus proyectos vitales, estudiar lo que quieren, llevar a cabo su proyecto profesional decidir el tipo de familia que quieren tener;  en definitiva vivir en libertad, en igualdad  y sin discriminación, una sociedad inclusiva y una sociedad en la que la mujer viva libre de violencia. ¡Una sociedad contra el machismo!

Mª Luz Martínez Seijo

Diputada socialista por Palencia en el Congreso de los Diputados

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